domingo, 6 de noviembre de 2016

Planeta descubierto "Próxima b" podría contener agua como la Tierra

Según investigadores, las condiciones del planeta favorecen su "habitat de la Tierra


Una investigación dirigida por un laboratorio francés ha calculado las dimensiones y las propiedades del planeta bautizado como Próxima b, semejantes a la Tierra, y ha señalado que es "susceptible" de albergar agua líquida en su superficie y, por tanto, de contener "formas de vida". 
Según un comunicado del Centro Nacional Francés de Investigaciones Científicas (CNRS), el equipo internacional del estudio ha determinado que "las dimensiones y las propiedades" de Próxima b favorecen su "habitabilidad", pues se trataría de un planeta de "tipo océano" con una temperatura que permitiría la vida. 
Próxima b, cuya existencia se reveló este año en la revista Nature, es un planeta a unos 7 millones de kilómetros de distancia de la Tierra y que orbita en torno a Próxima Centauri, una enana roja que es la estrella más cercana al Sol. 
"Próxima b se encuentra en la zona habitable de su estrella. Es susceptible de albergar agua líquida en su superficie y, por lo tanto, albergar formas de vida", indicó el CNRS. 
El equipo franco-estadounidense liderado por el Laboratorio Astrofísico de Marsella explicó que se sobrepuso a la dificultad para calcular el radio del planeta -esencial para saber su composición- usando un método estimativo teniendo en cuenta la masa y los materiales del planeta. 
De acuerdo con el equipo, "se exploraron las diferentes composiciones" de Próxima b y se dedujeron "los valores correspondientes del radio del planeta". 
Así, el radio del planeta podrá variar entre 0,94 y 1,40 veces del de la Tierra (6.371 kilómetros). 

El grupo de investigadores trabajaron con dos hipótesis teniendo en consideración el radio. 
Si se tuviese en cuenta un radio mínimo, que sería de 5.990 kilómetros, Próxima b sería "un planeta muy denso", con un núcleo formado por metales que representa el 65 % del planeta, semejante al planeta Mercurio, pero en el que no se descartaría la presencia de agua en la superficie. 
Si se trabajase con el radio máximo, establecido en 8.920 kilómetros en el que habría un 50 % de partes rocosas y otro 50 % de agua, Próxima b estaría cubierto de "un único océano líquido de 200 kilómetros de profundidad". 
En las dos hipótesis estudiadas, "una fina atmósfera gaseosa" podrá cubrir el planeta dejándolo "potencialmente habitable".

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Choque cósmico hace millones de años pudo calentar la Tierra

Científicos estudian el misterioso calentamiento para entender mejor el cambio climático actual causado por la actividad humana, y el futuro del planeta.



ientí­ficos descubrieron evidencia de que un cometa o una roca espacial chocó con la Tierra hace 56 millones de años, desatando quizás un masivo calentamiento que comenzó en ese entonces.

Es una idea que ha causado gran debate entre los cientí­ficos, muchos de los cuales cuestionan que haya un ví­nculo. Cientí­ficos estudian el misterioso calentamiento para entender mejor el cambio climático actual causado por la actividad humana, y el futuro del planeta.

Hace unos 56 millones de años, la Tierra se calentó entre 5 y 8 grados Celsius (9 y 14 Fahrenheit) y entonces regresó a la normalidad, en un perí­odo de 100.000 años. 

Eso contribuyó a algunas extinciones y el surgimiento de los mamí­feros. Algunas teorí­as sobre la causa han apuntado a un incremento del carbono en la atmósfera debido a numerosas erupciones volcánicas, un volcán en Groenlandia que quemó un enorme depósito de carbón y una repentina fuga sub oceánica de metano. Pero un nuevo estudio publicado en la revista Science señala un posible ví­nculo con una colisión cósmica.

Al mismo tiempo que la Tierra comenzó a calentarse, parece haber sido golpeada por un objeto espacial que envió escombros volando sobre Norteamérica, de acuerdo con exámenes de muestras de suelo en Nueva Jersey y Florida. Los cientí­ficos no encontraron un cráter ni un objeto espacial. En lugar de ello, encontraron lo que dicen son rocas cercanas supercalentadas por la colisión.

El principal autor del estudio, Morgan Schaller, profesor del Instituto Politécnico Renssalaer, no dice exactamente que el choque causó el incremento masivo de carbono y el calentamiento, pero apunta que el momento de los acontecimientos es sospechoso.
"Lo que estamos diciendo es que es una coincidencia realmente extraordinaria", dijo Schaller. "Necesitamos examinar esto mucho más minuciosamente".

Sin embargo, el coautor Dennis Kent, profesor de geologí­a en la Universidad Rutgers y en la de Columbia, escribió en un mensaje electrónico que pudiera haber, en alguna parte, un cráter de impacto que él llamó "punto cero" del evento de calentamiento.

El equipo de Schaller estaba examinando sedimentos en dos lugares en Nueva Jersey y uno en Florida de hace 56 millones de años, en busca de ciertos fósiles pequeños, cuando vieron reiteradamente diminutos objetos de cristal. Los objetos miden 100 micrones aproximadamente (.004 pulgadas; 0.01016 centí­metros), a veces en forma de esfera, a veces como una gota. Todos mostraban indicios de tener una identidad quí­mica única de cuarzo que fue generada por un súper calentamiento.

Es un indicio tí­pico de restos de cometa o asteroide vaporizados al chocar con la Tierra, dijo Schaller. Y todos provienen del mismo perí­odo de los sedimentos del calentamiento masivo del planeta, conocido como Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno (MTPE).
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Sistema de la NASA da cinco días para prepararnos ante una inminente catástrofe

Según expertos, El sistema Scout ofrece un margen de tiempo mucho mayor a las pocas horas que han manejado los sistemas en la actualidad 



Scout es el nuevo sistema de la NASA que pertirá identificar los objetos extraterrestres cercanos a la Tierra (NEOs, por sus siglas en inglés). El dispositivo está diseñado para detectar con 5 días de antelación asteroides que se dirigen a la Tierra, señala el portal Universe Today en una reciente publicación. 
Cinco días es un tiempo mucho mayor a las pocas horas que manejan los sistemas en la actualidad y es suficiente como para realizar los preparativos que permitan afrontar una inminente catástrofe como la movilización de recursos, la protección de infraestructura crítica, como por ejemplo, desactivar centrales nucleares, y por supuesto, la evacuación de personas, agrega el sitio. 

El sistema Scout ha pasado exitosamente una prueba de identificación, al detectar el asteroide UR36, de unos 25 metros de longitud que se dirige hacia nosotros, pero que pasará a 498,000 kilómetros de la Tierra.
Sin embargo, no todos los objetos extraterrestres corren esta suerte. Uno de estos sistemas hubiera sido muy útil en 2013, cuando un meteorito cayó en la provincia rusa de Cheliábinsk y produjo múltiples daños materiales e hirió a más de 1,200 personas.
El sistema incluye el Telescopio Panorámico y Sistema de Respuesta Rápida (Pan-STARRS) ubicado en Hawái, que detecta los objetos celestes aproximándose a nuestro planeta y lanza la señal de alarma, que es posteriormente procesada por el módulo principal del dispositivo.

En total, la NASA analiza cerca de 15,000 NEOs detectados en los últimos años y esta cuenta aumenta en unos 5 objetos cada día. De ellos, más de 600 son catalogados como cuerpos de gran tamaño dirigiéndose a la Tierra, aunque se cree que existen muchos más en el espacio exterior.

Por ello, además del Scout, la NASA maneja en forma paralela otros sistemas para el análisis de los asteroides. Así, por ejemplo, el sistema Sentry se enfoca en el análisis de objetos celestes mayores a los 140 metros, que podrían chocar contra la Tierra y causar grandes olas de destrucción.
Estos sistemas nos permitirán prepararnos de mejor forma y aumentar considerablemente las posibilidades de sobrevivir a una posible colisión. 

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